No quiero dar falsas esperanzas, ni hacer ilusiones, porque ni siquiera yo conozco lo que será de mi vida el día de mañana, pero lo que si puedo decirte, es que hoy más que nunca mis sonrisas se escapan de mi alma ahora que estas a mi lado. No lo puedo evitar, y tampoco deseo reprimirlo, esa sensación que nunca había sentido antes, de amar incondicionalmente y recibir lo mismo sin pedir nada a cambio. Fue entonces cuando me dí cuenta que la respuesta a todo eras tú, mi segunda oportunidad de abrir los ojos y poder confiar nuevamente, en la posibilidad de mirarte y sentir que tengo un refugio donde se que segura voy a estar. Es una divinidad, eres esa esperanza que todo el mundo tiene en el corazón pero que aveces nunca encuentran, y yo puedo decir que sí, que tuve la suerte, la recompensa de que llegases a mi vida y convirtieras todo en felicidad. Tengo esa extraña sensación de estar viviendo un amor de adolescencia, ese ciego sentimiento de "amar" por primera vez, pero ahora mas que nunca sé que es diferente, que es maduro, que es lo mejor que he tenido en mi vida hasta el momento y me hace proyectar, y por mí que durara así por siempre, que nos hagamos felices y que cada vez que hagamos el amor lleguemos al apogeo del otro. Eres mi placer cotidiano, y espero que el complementarnos nos lleve lejos, nos haga superarnos a nosotros mismos y a ser más y mejores personas.
Te anhelé toda mi vida y no sabes cuánto aprecio que estés aquí hoy, queriéndome de la misma manera en que yo lo hago. Gracias mi vida no sabes cuánto te necesitaba, y de nada........
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