jueves, 30 de julio de 2009

Vías de escape


Después de tantas caídas y de resilencias me he podido dar cuenta que uno tiene que velar por los intereses de uno solamente. Aunque suene bastante frío y altanero es la mejor medicina para una persona a la cual la vida no le ha dado la oportunidad de tener cosas tan básicas como una familia normal. Quizás llegué a esa desición porque estoy completamente sola y muy confundida aún. El no saber a dónde llegar, o el no poder correr a los brazos de alguien cuando estoy en problemas, me ha hecho las cosas siempre mas difíciles de lo común. Es cierto a veces no puedo sonreír, porque mi s lágrimas inundan mis ojos, ni puedo liberarme de la maldita consciencia que me agobia la existencia día a día, es como una marca que no se borra jamás de mi piel. Quiero eliminarla definitivamente, quiero poder ser yo, sin limitaciones a ser libre, a poder respirar tranquila y gritar a los cuatro vientos que puedo amar a alguien sin tener miedo a que me responda mal, de que puedo salir con mis amigos y reir sin pensar en las personas que opacan mi existencia, que estan ahí cada vez que pierdo, o cada vez que llego a "mi hogar". Es como si Dios se hubiese olvidado de mí, como si me ignorara cada vez que le pido un cambio y que vivan todos en paz. Me da una impotencia terrible, y no sé si el sólo cerrar los ojos y poder pensar que mañana será un nuevo día, pueda cambiar todo e iluminar un nuevo amanecer.

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